
Pedro Infante, el ídolo inolvidable del cine mexicano
En la fecha que sería el cumpleaños 102 de Pedro Infante, Eduardo Marín recuerda al ídolo mexicano inmortal del cine y la música popular mexicanos.
Por Pedro Infante cumpleaños
El día de hoy, 18 de noviembre, Pedro Infante estaría cumpliendo 102 años. Nació en Mazatlán, Sinaloa, en 1917. Cuando aún no había cumplido los 40 años de edad, en abril de 1957, falleció al estrellarse en Mérida la avioneta en la que él iba de copiloto. Tenía 39 años. Ya era un verdadero ídolo. Su trágica muerte forjó el mito, el mayor mito popular de México. Desde entonces, su popularidad se ha mantenido intocable. Sus películas siguen pasando por televisión con rating asegurado. No hay nadie que no lo conozca o reconozca.
Es el símbolo del charro cantor, una de las figuras icónicas del cine mexicano junto con la madre, la prostituta, el cómico y en años recientes, el narco. Pero también es la imagen del amigo entrañable, del hijo amoroso, del macho. Algunos comentan, y no encuentro argumentos para desmentirlos, que ha sido el ser humano más amado en la historia de nuestro país. David Ramón, uno de los grandes investigadores de nuestro cine, señaló que no sólo era un rostro apuesto y una gran voz, sino que sobre todo era un cuerpo sensual, era la sexualidad masculina explícita y explosiva.
Carismático a más no poder (no hay alguien, por más amargoso que sea, a quien le caiga mal), era también un actor de talento natural. Siete veces nominado al Ariel, lo ganó en 1956 por La vida no vale nada. Se desenvolvía con soltura, sin lucir jamás forzado, tanto en la comedia como en el drama, como lo comprobamos en las escenas más dramáticas de la famosísima trilogía de Pepe el Toro, dirigida por su director de cabecera Ismael Rodríguez, muy especialmente en Nosotros los pobres.
Pedro era un imán de taquilla. Protagonizó 55 películas en un lapso de sólo 15 años, de 1942 a 1957. Únicamente en 1953 filmó 8 cintas. Hacía química en pantalla prácticamente con todos, ya sea figurones de la talla de don Fernando Soler en La oveja negra o María Félix en Tizoc, como con otros famosos cantantes rancheros como Luis Aguilar en A.T.M. y ¿Qué te ha dado esa mujer? y Jorge Negrete en Dos tipos de cuidado. Lo mismo con actrices consagradas como Sara García en Los tres García, Libertad Lamarque en Escuela de música o Miroslava en Escuela de vagabundos, que con jovencitas como Blanca Estela Pavón en Los tres huastecos y por supuesto en las de Pepe el Toro, Lilia Prado en El gavilán pollero o Silvia Pinal en El inocente. Todas en verdad son muy amenas, muy disfrutables. Compruébenlo.
Hoy pues, recordamos a este enorme ídolo, mito, fenómeno. Nunca ha sido tan bien empleada la palabra “inolvidable” como en el caso de Pedro Infante.